Los países desarrollados ya alcanzaron sus necesidades básicas, pero los países de Latinoamérica aun necesitamos crecimiento económico para lograr cubrir las necesidades básicas y avanzar en derechos sociales con equidad y justicia social.
Activaremos el crecimiento económico mediante la construcción de infraestructura pública y privada. Realizaremos una revolución en materias de construcción de nuevas viviendas con eficiencia energética para los más vulnerables y la clase media. Potenciaremos la construcción de importantes obras como carreteras, puertos, trenes y hospitales públicos, con énfasis en zonas aisladas, más infraestructura para la educación y centros deportivos para fortalecer la práctica del deporte en todas sus etapas y dimensiones.
La construcción de obras permitirá dar trabajo y dinamizar una economía circular y a escala humana, que permita satisfacer las necesidades básicas para asegurar la calidad de vida de las personas y sus familias, promoviendo ciudades y territorios diseñados para ser más resiliente a los impactos de la crisis climática y los desastres naturales.
Cuando el gasto público aumenta, pero este no llega a las personas, peor aún llega a las redes de poder y la corrupción, eso debilita la democracia y al Estado en su conjunto. Seguiremos impulsando medidas para un mayor crecimiento de los ingresos públicos por tributos provenientes del cobre, el litio o el hidrógeno verde, industria forestal y la salmonicultura. Este aumento del gasto público debe ir de la mano de una focalización de los recursos en inversiones para avanzar en derechos sociales y cubrir las necesidades humanas básicas, como construir y mejorar servicios de salud, mejorar las pensiones, mejorar la infraestructura para salud y educación, seguridad, conservación y restauración ecológica para combatir los impactos del cambio climático. Mejoraremos la fiscalización en el uso de los recursos públicos en todas las etapas, desde las licitaciones hasta la implementación de las obras.
Queremos proteger los emprendimientos para que den más y mejores fuentes laborales. Como gobierno desarrollaremos políticas públicas que atraiga y facilite la inversión privada nacional y extranjera, dando seguridad y estabilidad en el tiempo para la instalación y posterior operación de las empresas, entregando reglas claras desde el inicio sobre nuestras normas de funcionamiento en materias de responsabilidad social y ambiental.
El avance de la inteligencia artificial y el potencial reemplazo de la fuerza laboral podría generar desempleo, por lo que en base a un contaste diálogo entre el Estado y el mercado, debemos identificar y reorientar nuestras fuerzas laborales para las nuevas necesidades de los tiempos modernos.
Mediante una cooperación activa y constructiva entre el Estado y el mercado, desarrollaremos políticas públicas que permita disminuir la desigualdad por medio de políticas redistributivas, promoviendo un sano crecimiento económico que genere los recursos necesarios para el éxito de los trabajadores y los empresarios.
La ciencia y la tecnología serán el pilar fundamental para el desarrollo de la educación en todas las etapas de desarrollo, desde la infancia hasta programas de educación continua para personas mayores, fortaleciendo los centros de educación científicos y tecnológicos, para dar un fuerte impulso a las empresas con base científica y tecnológica (EBCT) que nos permitan avanzar hacia un desarrollo sustentable.





